El legislador nacional del PRO, detalló que es producto del stress y se encuentra en tratamiento. «Voy a cumplir mi labor como corresponde», aclaró.
El senador nacional por la Provincia de Buenos Aires del PRO, Esteban Bullrich, reveló este martes que padece un trastorno que le dificulta la movilidad de los músculos de la boca, la lengua y de las cuerdas vocales conocido como “disartria”, el cual es provocado por el stress.
El integrante de la Cámara alta comunicó la situación desde su cuenta de Twitter luego de que se filtrara información sobre una enfermedad que lo afectaba.
A su vez, Bullrich había generado preocupación durante su exposición en el plenario de comisiones sobre el proyecto de ley Interrupción Voluntario del Embarazo (IVE) en esta jornada debido a su notoria dificultad para hablar.
«Hoy se viralizó un video mío en sesión plenaria de comisiones del Senado que generó mucha preocupación. Antes que nada, quiero agradecer a todos los bienintencionados por los mensajes de apoyo que recibí, y quiero llevar tranquilidad porque mi salud está bien», inició la noticia el senador.
Tras lo cual, detalló que como consecuencia de «stress de este año, tremendo para todos» sufre de una disartria, «es un trastorno nervioso que dificulta el uso de los músculos de la boca, la lengua y de las cuerdas vocales».
«Por eso se me escucha hablar raro», contó y añadió que lleva dos meses en este estado pero que igualmente se sometió a otros estudios «para descartar cualquier otro tema» y «todos dieron bien».
«El tratamiento que me recetaron es reposo, pero a pesar de las dificultades en el habla voy a cumplir mi labor como corresponde», continuó el funcionario.
Para finalizar, a modo de crítica y recomendación, resaltó: «De paso, quiero aprovechar para alentar a todos a que se hagan los controles de salud que en esta cuarentena eterna bajaron considerablemente y no controlarnos nos expone a riesgos enormes. Cuídense y gracias a todos».
Qué es la disartria
De acuerdo a la Fundación Ineco, una reconocida entidad que impulsa las investigaciones científicas en neurociencias, la formación académica de profesionales y la educación y concientización en la comunidad acerca del funcionamiento cerebral y las enfermedades neurológicas y psiquiátricas, se explica que es «una alteración del habla provocada por parálisis, debilidad o incoordinación de la musculatura del habla, de origen neurológico».
«Estas personas comprenden el lenguaje a la perfección y pueden elaborar mensajes verbales, pero al momento de articularlos, surgen las dificultades», subraya en su página web.
Los pacientes que sufren de este trastorno tienen tres niveles: leve, moderado y severo, y cada uno con distintas particularidades, como problemas en la articulación de algunos pocos sonidos de su lengua, velocidad de habla aumentada, movilidad de los músculos orolinguofaciales muy comprometida, entre otros.
En cuanto al tratamiento, la entidad remarca que «existe una fase de recuperación espontánea que ocurre inmediatamente después de la lesión» y por tal motivo es necesario el aprovechamiento de este momento mediante «terapia del habla fonoaudiológica simultáneamente, a fin de incrementar la recuperación lo más posible».
«Si bien muchas veces las dificultades persisten, con el tratamiento adecuado el nivel de recuperación es importante y mejora el grado de inteligibilidad», indica.